30 enero 2020

El emblemático edificio de La Bolsa de Madrid abre sus puertas a los alumnos de EUDE

La Bolsa

Esta semana los alumnos de EUDE Business School han visitado el icónico edificio de La Bolsa de Madrid, ubicado en pleno centro de la ciudad. 

 

Como parte de sus actividades fuera de las aulas, los alumnos de EUDE han visitado este 29 de enero, junto al Director del Departamento de Atención al Alumno, el edificio de La Bolsa de Madrid. Fueron recibidos por Marina Vellón, del Departamento de Comunicación Corporativa de BME, y a lo largo de la jornada pudieron conocer de primera mano la historia del edificio, sus características, y cómo esta actividad comercial influye en la economía.

 

La construcción del Palacio, destinado a ser la sede oficial de la institución bursátil, fue encargada al arquitecto D. Enrique Mª de Repullés. Desde su inauguración en 1893 por la regente María Cristina, fue hasta el año 1989 la sede central. Pero con la reforma de La Ley del Mercado de valores de 1988  todo el proceso se digitaliza y la sede pasa a situarse a Las Rozas. 

 

Para realizar la ornamentación del Palacio, se contrataron los servicios de dos artistas madrileños: el escultor Francisco Molinelli y el pintor Luis Taberner. En todos los espacios del edificio se pueden observar numerosos relieves. Entre todos ellos, destaca el “Caduceo” procedente de la Mitología Griega, y además, numerosas decoraciones relacionadas con el mundo de la Bolsa.

 

A las 10 de la maña comenzó la visita de nuestros alumnos, y durante aproximadamente una hora pudieron recorrer las estancias principales: El Salón de los Pasos Perdidos, El Salón de Fumadores, El Salón de Cotizar, La Galería de los Fisgones y el Salón de Contratación donde se celebraban las sesiones a viva voz hasta 1989.

 

El Salón de los Pasos Perdidos

 

El Salón de los Pasos Perdidos era el espacio donde los inversionistas acudían para mantener conversaciones o reuniones para hablar de cómo iba la sesión y la contratación directa. Su nombre se debe a una tupida alfombra que cubría todo el suelo para amortiguar los pasos de los asistentes.

 

Recubierto por una majestuosa decoración, encontramos el “Caduceo” compuesto por tres partes principales: dos serpientes que se miran fijamente y representan la oferta y la demanda; una vara que las separa, función desarrollada por la Bolsa; y dos alas en la parte superior, que expresan la rapidez en la toma de decisiones a la hora de comprar y vender.

 

El Salón de Fumadores

 

A continuación, entraron al Salón de Fumadores, estrecho y alargado, con ventanas que dan a la Plaza de la Lealtad. Se caracteriza por estar amueblado con sofás y mesas de la época. Y de sus paredes cuelgan dos retratos, uno de Alfonso XII y otro de Juan Carlos I.

 

El Salón de Cotizar

 

Seguidamente, guiados por Marina, los alumnos accedieron al Salón de Cotizar, quizás la joya más preciada del Palacio. Presenta mobiliario original de la época, y las paredes se encuentran cubiertas por retratos de los síndicos presidentes de la institución, hasta lo dos últimos, que ya fueron presidentes de la Bolsa de Madrid. 

 

Otra de las cosas más características de la estancia, es un fresco en el techo pintado por Luis Taberner, en el que el artista representaba la importancia del comercio y la bolsa a través de la unión de los pueblos de todo el mundo. Se puede observar como Mercurio (en su versión femenina) preside el fresco, además, se encuentran representados los cinco continentes, todos ellos unidos con cables telegráficos, ya que se trataba del medio de comunicación más avanzado de 1893.

 

Vistas desde La Galería de Los Fisgones

 

Tras el Salón de Cotizar, se recorre la conocida Galería de Los Fisgones que bordea todo el Salón de Contrataciones. Desde aquí, los estudiantes pudieron observar una espléndida vista del llamado Parqué. Y también, los detalles de las pinturas que cubren las paredes; las alusiones a distintas provincias españolas con las que España mantenía mayor relación comercial en 1893.

 

El Salón de Contrataciones

 

Para finalizar el recorrido, bajaron al famoso parqué donde se celebraban las sesiones. Hasta 1989 era el espacio donde se unían los agentes, bancos y público para de viva voz contratar, comprar y vender. Estos corros duraban 10 minutos y terminaban por el sonido de una campana. Junto al espacio destinado a los corros, destaca una columna, replica de la que existe en la Bolsa de Amsterdam, con tres relojes y un barómetro.

 

Desde EUDE Business School queremos dar las gracias a BME y Marina Vellón, por su recibimiento y esta inolvidable visita. Sin duda, una gran experiencia para nuestros alumnos quienes pudieron conocer uno de los grandes espacios históricos de Madrid.

 

 

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