14 junio 2017

La OMC: responsabilidades y retos

OMC

La Organización Mundial del Comercio (OMC) no sólo desempeña un papel crucial en el fomento del comercio internacional, sino que también ejerce su influencia en  la economía mundial en su conjunto y en las cuestiones políticas y jurídicas relacionadas con los negocios internacionales raíz del proceso de globalización.

 

El principal objetivo de la OMC es el de ofrecer un foro en el que sus países miembros reduzcan las barreras al comercio internacional, sirviendo así como una plataforma para incentivar  las relaciones comerciales a través de la cual las empresas pertenecientes a sus países integrantes  conducen los negocios de manera pacífica.

 

Gracias al mecanismo de resolución de diferencias relacionadas con el comercio, la OMC tiene la capacidad potencial de contribuir a mantener la paz mundial y las relaciones multilaterales a nivel mundial mediante negociaciones, consultas y mediaciones con sus miembros.

 

La ventaja para los países que conforman la OMC es que reducen las barreras comerciales entre ellos. Por el contrario, los países que no forman parte de la OMC deben negociar acuerdos comerciales independientes con sus socios comerciales.

 

Si bien el comercio entre los pueblos ha existido desde los albores de la humanidad, no ha sido hasta mediados del siglo XX y, muy especialmente, a partir de la década de los 90 gracias al gran impulso proporcionado por la globalización y la liberalización económica, cuando el comercio internacional se consolida y alcanza su época dorada. Es, precisamente, en ese momento, cuando se crea la OMC (en 1995), sustituyendo al GATT de 1948.

 

La creciente relevancia de los servicios en los países desarrollados ha propiciado que este sector se convirtiera en el determinante principal de la productividad y la competitividad. El incremento del intercambio mundial de servicios ha fortalecido los nexos entre el comercio y la tecnología, la inversión y los servicios.

 

El comercio internacional y la inversión son factores clave para impulsar el crecimiento económico y, por ende, el desarrollo de cualquier nación, tornándose así en cuestiones cruciales para el éxito internacional de las empresas. Sin embargo, los cambios geopolíticos, los nuevos modelos de negocio y las expectativas cambiantes de una sociedad en constante evolución plantean nuevos desafíos a escala global.

 

Además, de lo mencionado anteriormente, la expansión de las redes internacionales de producción, el crecimiento de la economía digital o el papel del fortalecimiento de la inversión como catalizadores del comercio también constituyen retos actuales para la cooperación internacional.

 

Para facilitar una adaptación exitosa a esta nueva situación, se requiere de una mayor comprensión acerca de las nuevas dinámicas comerciales, basadas en  la integración tanto operacional como estratégica, en la reasignación de los recursos y de los factores productivos y en el liderazgo orientado a los resultados, todo ello fundamentado en un nuevo discurso inspirador y global.

 

El papel desempeñado por la OMC en los negocios internacionales consiste en:

 

  • Facilitar la aplicación, la administración y el buen funcionamiento de los acuerdos comerciales entre los países.
  • Proporcionar un foro para las negociaciones comerciales entre sus países miembro.
  • Establecer normas y reglamentos en función de las controversias existentes entre los países miembros.
  • Cooperar con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y el Banco Mundial en términos de cohesión en la formulación de políticas económicas mundiales.

 

Los acuerdos de la OMC son extensos y complejos, ya que consisten en una serie de textos jurídicos que abarcan diversas actividades y que pueden llegar a solaparse entre sí, lo que ha llevó al economista Jagdish Bhagwati a acuñar el término spaghetti bowl  precisamente para hacer referencia a la complejidad que entraña la pueste en práctica de los mismos. No obstante, estos documentos se inspiran en principios simples y fundamentales:

 

  • No discriminación. Un país no debe discriminar entre sus interlocutores comerciales, ni entre sus productos, ya sean nacionales o de otros países. Este principio consiste en la aplicación de la denominada cláusula de nación más favorecida, mediante la cual los países deben hacer extensivos a todos los países miembro de la OMC los acuerdos a los que lleguen con determinadas naciones.
  • Apertura comercial. Para fomentar las relaciones comerciales resulta esencial la eliminación de barreras a las importaciones como los aranceles o los contingentes
  • Previsibilidad y transparencia. Además de incentivar el comercio, se deben también impulsar las inversiones, promover la creación de puestos de trabajo y animar el aumento de la competencia y de la gama de productos ofertados por el mercado para que para que los consumidores puedan elegir entre los diferentes bienes y servicios en base al precio, a la calidad y a otras características que estimen oportunas.
  • Establecer normas para distinguir entre la competencia leal y la desleal y sobre la manera en la que los gobiernos responden a las importacioens con la imposición de derechos adicionales.
  • Beneficio para los países en desarrollo. Los países en vías de desarrollo deben disponer de un mayor margen temporal para llevar a cabo los tiempo para hacer ajustes y la flexibilidad que conlleva la apertura de los mercados y, a su vez, deben disponer de ciertos privilegios especiales, a tenor de que más de tres cuartas partes de los miembros de la OMC son países o bien en desarrollo o bien en transición hacia las economías de
  • Protección del medio ambiente. Los miembros deben adoptar medidas en aras de proteger no sólo el medio ambiente, sino también la salud pública y la de los animales, así como la preservación de las especies vegetales. Este tipo de medidas, deben aplicarse por igual a las empresas nacionales y a las extranjeras, de manera que tanto unas como otras pueden competir en el mercado global en igualdad de condiciones.

 

Algunos de los aspectos en los que la OMC ha obtenido un considerable éxito han sido:

  • El fortalecimiento de la base institucional del sistema de comercio.
  • El aumento en su número de miembros y en la participación activa de los mismos.
  • La profundización de la integración comercial a través de la eliminación o, en su caso, reducción de los obstáculos a las importaciones.
  • La consolidación de la normativa comercial internacional.
  • El aumento de la transparencia y el diálogo a la hora de establecer determinadas políticas.
  • El marco de protección legal ofrecido por el del mecanismo de solución de diferencias.
  • El incremento de la cooperación con otras organizaciones internacionales.
  • La promoción de iniciativas de divulgación acerca de los beneficios de la liberalización comercial.

 

Sin embargo, la consecución de los mencionados éxitos no es óbice para que a la OMC se le hayan planteado nuevos retos como consecuencia del nuevo paradigma político, económico y social derivado del proceso de globalización. Así, el futuro de esta institución debería consistir en una profunda renovación que le permita hacer frente a los desafíos, tanto presentes como venideros, con los que el comercio internacional deberá lidiar.

 

El Máster en Comercio Internacional de EUDE Business School es impartido por expertos en comercio internacional procedentes de diferentes campos profesionales que comparten sus conocimientos y su experiencia con los estudiantes, al mismo tiempo que los forman para capacitarlos a la hora de desarrollar con éxito un proyecto empresarial basado en la internalización.

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