22 mayo 2014

Cómo los consumidores actuales influyen en la manera de hacer comercio internacional

¿Antes de comprar un producto comparas las características y beneficios que te ofrece cada marca? ¿Realizas una exhaustiva investigación previa en Internet, preguntas en tus redes sociales las experiencias de otras personas y luego tomas una decisión? Este proceso que resulta normal y cotidiano ocurre porque eres un consumidor cada vez más informado y exigente, en un entorno de mercados globales y competitivos.

Esta investigación y selección de los productos es consecuencia del avance de las tecnologías de la información y comunicación, lo que ha supuesto, también, un cambio en las estrategias del comercio internacional en la búsqueda de nuevos mercados.

Desde hace unos 10 años o más no es suficiente con exportar la mercancía u ofrecer servicios en el idioma del país de destino, con precios de acuerdo a un perfil demográfico  edad-poder adquisitivo. Ante las exigencias de consumidores con más criterios de compra las empresas se han visto en la obligación de conocerles a fondo a  través de perfiles actitudinales que incluyen variables cualitativas como: qué les gusta y les mueve, cómo compran, qué consideran como valor diferencial, qué importancia le dan al servicio, entre muchas otras.

Es por ello que los planes estratégicos de internacionalización de los productos tienen que ofrecer más que una relación calidad-precio; deben incluir elementos personalizados orientados a atender la demanda hasta en los destalles más pequeños y diferenciarse de la competencia, lo que también supone mayor inversión.

Las empresas buscan hacerse con más clientes y cuota de mercado ofreciendo servicios personalizados a través de agentes autorizados o sucursales en el país de destino, elementos diferenciadores en el diseño de la mercancía y su envasado, experiencias en el retail, ventas  a tevés de páginas web multi idiomas e interactivas y acciones de marketing y comunicaciones adaptadas a las exigencias del nuevo mercado.

Los cambios de gustos o “gustos por moda” que ocurren en los diferentes países son una oportunidad para atender nuevas demandas, pero también implica cambios las estructuras  de producción y distribución. Por ejemplo, los alimentos orgánicos, el turismo ecológico y las medicinas naturales.

Aunque las barreras para el comercio internacional son cada vez menos, facilitando el movimiento de las mercancías, el éxito de la internacionalización será de quienes cumplan con las expectativas de consumidores con cada vez más herramientas para formarse criterios que determinen su decisión de  compra.

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