16 octubre 2015

Sigue la “Ruta de tapas” en Madrid con los estudiantes de EUDE

ruta de tapas madrid

Madrid es una ciudad cosmopolita, llena de contrastes, ideal para los estudiantes por el buen nivel que tienen sus centros educativos, referentes, muchos de ellos, a nivel Europeo y mundial.

 

Una ciudad donde sus habitantes desbordan hospitalidad y que te ofrece una gran oferta cultural, de ocio y por supuesto gastronómica. La gastronomía madrileña es uno de los recursos turísticos más atractivos con que cuenta la región, una variada oferta que abarca desde la cocina tradicional hasta la cocina más vanguardista.

 

Definir la cocina madrileña, “la auténtica”  no es fácil,  Madrid es la capital Europea que más ha absorbido las cocinas regionales de su país. La explicación de este fenómeno se remonta a la época de Felipe II, cuando éste la convirtió en capital de España. Por aquel entonces, los emigrantes que llegaron masivamente de las más diversas comarcas españolas trajeron consigo sus costumbres gastronómicas.

 

Hoy os invitamos a conocer una parte de su tradición gastronómica “La tapa”, pero de una manera diferente: A través de las experiencias vividas por los alumnos de la Escuela Europea de Negocios, EUDE, te presentamos los sitios más representativos para muchos estudiantes de más de 10 nacionalidades diferentes.

 

¡Te invitamos a una ruta de tapas en Madrid  muy especial, síguenos! Pongámonos en situación, ¿qué es una tapa?

La tapa en España es esencialmente un aperitivo que se sirve en la mayoría de los bares acompañando a la bebida (alcohólica o no). Esta tradición centenaria  de fama mundial, es casi un deporte local y muchos establecimientos compiten en ofrecer las mejores a sus clientes. A este consumo itinerante (local, consumición y nuevo local) se le llama tapeo,  ir de tapas o salir de tapas, y como por cada consumición que uno pide, se acompaña de una tapa, ¡muchísima gente come así!

 

Pero, ¿cuándo se empezó a hablar de tapas? Y ¿por qué? La teoría más popular se remonta al siglo XIII. Al parecer, el rey castellano Alfonso X el Sabio obligó a los mesoneros a que junto al vino sirvieran siempre algún bocado de comida, para evitar los efectos nocivos del alcohol.

 

Pero, ¿conoces cuáles son las tapas típicas de Madrid?

Cuando vives en Madrid te parece lo más normal del mundo salir a tomar el vermut o unas cañas y que nos sirvan una tapa como acompañamiento. Por lo general, es un detalle del bar para con sus clientes,  aunque en algunos locales empiezan a cobrarlas por la dificultad y sofisticación de su elaboración.

 

Madrid es ciudad con una extensísima variedad de bares y tapas. Cada barrio tiene sus propios elementos diferenciadores, pero todos se fundamentan bajo un parámetro: comparten ciertos platos que se repiten una y otra vez. Generaciones de buen comer que han transmitido la gastronomía popular y saben mantener sus señas de identidad de bar en bar.

 

  1. Callos a la madrileña. Es el plato más conocido de la región. Cuando lo ves por primera vez, su aspecto te puede echar para atrás. Compuesto por productos de casquería proveniente de tripas de vaca guisados con morcilla y chorizo, múltiples especias y guindilla picante, es un auténtico manjar. Cuando te atreves a probarlo te quieres gastar una barra de pan entera en cada plato, rebañando la salsa que lleva.
  2. Oreja a la plancha. Puede resultar extraño para muchos pero es muy típico de la gastronomía madrileña, ya que es una ciudad que siempre se ha rodeado de mataderos y basado sus recetas más populares en la casquería, se puede acompañar también con salsa brava o un aliño de ajo y perejil eso sí siempre bien churruscadas.
  3. Calamares a la romana. Buenísimos en bocadillo o en pequeñas raciones, los bares especializados en calamares son  de lo más típico y parada obligatoria en una ruta del tapeo en Madrid. ¿Qué puede haber más típico en Madrid que el bocadillo de calamares de la Plaza Mayor?
  4. Patatas bravas. Es una de las tapas que más bares ofrecen a sus clientes, más o menos picantes, en la salsa está la diferencia entre unas buenas bravas y otras que lo son menos. ¡Incluso hay bares que tienen patentada la receta para que no se la copie nadie!
  5. Bacalao rebozado. Muchos de los platos de Madrid tienen en la fritura su aliado natural, pero no por ello son menos buenos o menos saludables. Hay auténticos especialistas en esta tapa en el entorno de la Puerta del Sol, hábitat natural de este bacalao frito.

 

Estos son algunas de las tapas más típicas que te puedes encontrar, pero también están las típicas croquetas, los boquerones en vinagre (¡Qué buenos son en Madrid!), las aceitunas, los quesos, chacinas, las gambas, los calamares fritos…

 

Es una delicia salir a una terraza, de las infinitas que hay en la capital o ir a una de las maravillas mejor conservadas de Madrid, sus tabernas castizas, donde turistas y chulapos, peregrinamos en busca de una ración para degustarla en un ambiente de azulejos, barras de zinc, mesas de mármol y decoración con historia, por supuesto, siempre acompañadas de una Mahou bien fría.

 

¿En qué zonas podemos degustar las tapas? Los diferentes barrios ofrecen distintos enfoques y posibilidades:

 

BARRIO DE LOS AUSTRIAS. PLAZA MAYOR

Es el barrio por excelencia de tapeo en Madrid. En sus calles Cava BajaPlaza de la Cebada, alrededores de la Plaza Mayor…, se concentran multitud de tabernas con una sugerente oferta de vinos y tapas. Bastante lleno de turistas, pero sus bares continúan sorprendiendo tanto a locales como a foráneos.

HUERTAS. PLAZA DE SANTA ANA

En pleno Barrio de las Letras, junto a la Plaza de Santa Ana, las callejuelas de Huertas están salpicadas de bares y tabernas de variada oferta gastronómica para tapear en barra o disfrutar de sus terrazas de verano.

CHUECA

Chueca está considerada el barrio gay de la capital, pero también ofrece la posibilidad de degustar pinchos y tapas en barra acompañados de una copa de vino.

CHAMBERÍ

Barrio castizo de Madrid en el que, junto a las tabernas de toda la vida, han ido apareciendo otras de corte moderno dirigidas por jóvenes hosteleros que se han ganado el respeto de su clientela. La Plaza de Olavide es un claro representante de esta zona.

LA LATINA

Un indispensable los domingos por la mañana, justo después del rastro, lleno de bares y tabernas para todos los gustos y de todos los precios. Cuando hace buen tiempo es fantástico sentarse en una de sus terrazas, hay un ambiente increíble. Eso sí, casi siempre está abarrotado.

 

Sin duda, las tabernas más típicas, las más concurridas y las que tienen una mayor repercusión entre los estudiantes, son los bares de toda la vida,  los que tienen huesos de aceitunas en el suelo, sabores tradicionales y recetas familiares que te hacen sentir como un auténtico madrileño más. Bares que han sobrevivido al paso de los años, cuyas paredes han visto pasar varias generaciones y aun así conservan intacto ese aire añejo y familiar que nos sique cautivando. Verdaderos templos que forman parte de la historia de la ciudad.

 

El sector de la hostelería cuenta con 38.200 establecimientos en la región, quizás no existan unos mejores que otros, pero sí unos que gustan más que otros. Los estudiantes de EUDE recomiendan realizar una ruta por los siguientes locales.

 

Empezamos la ruta con uno de los sitios con más historia de Madrid, “Casa Labra” en pleno centro, lleva desde 1860 rebozando las mejores tajadas de bacalao,  además es famoso  por ser el lugar de nacimiento del Partido Socialista Español en 1879.

 

Pero si la persona de seguridad de Labra os tiene esperando un buen rato en la calle, hay que cambiar el plan y dirigirse a “La Revuelta, esta tasca familiar también tiene un bacalao rebozado de los que quitan el hipo. Crujiente por fuera y en su punto por dentro, ¿qué más se puede pedir? Sí, bueno, una caña bien tirada… ¡y a disfrutar!

 

Podemos continuar con unas patatas bravas, jamón serrano o tortilla ¡gratis! Que, si consigues pasar de la puerta porque suele estar hasta arriba, puedes degustar en “El tigre”, sólo por pedirte una caña, una sidra o un vino. Además con cada ronda las tapas varían y ¡aumentan! Es un bar ruidoso pero por el tamaño de sus tapas, vale la pena. Con 3 cañas sales comido y con 4 tal vez dejes comida en la mesa.

 

Para muchos “El Respiro” es el plan B cuando el famoso bar “El Tigre” está lleno. Por cada consumición sirven tapas sencillas pero contundentes, como patatas con salchichas y pimiento, alitas de pollo, croquetas, paella, chorizo, pollo al ajillo… entre otros. Un par de rondas puede equivaler a una cena.

 

Abierto desde 1827, “Casa Alberto” en la zona de Huertas, es una institución madrileña, en su interior conserva su barra de zinc y hasta tiene un libro con la historia del lugar.

 

Otro bar histórico y emblemático es “La Venencia” solo sirven jerez directamente de la barrica, las únicas tapas que ponen son embutidos, quesos y Mojama , pues no tienen cocina. Hemingway venia a beber aquí, como también lo hicieron numerosos soldados republicanos durante la guerra civil de España.

 

La “Taberna Antonio Sánchez” en Lavapiés, según cuentan, es el bar más antiguo del centro de Madrid y lleva el nombre del hijo del fundador, el  torero Antonio Sánchez. Al entrar en la taberna parece que el tiempo se ha parado, aun conservan el brazo de cerveza original, las botellas acumulan polvo en los estantes y los paneles de madera están casi negros de la edad. Encontraremos la cabeza del toro con la que tomó la alternativa colgada en la pared. Su cocina es de un estilo tradicional, destacan sus croquetas, el estofado y el cocido madrileño.

 

Después del rastro de los domingos en La Latina “Los caracoles de Amadeo es parada obligatoria y un clásico de Madrid, no es un sitio muy bonito pero en él podrás degustar caracoles en salsa, codillo de jamón y zarajos.

 

“Taberna Almería” tiene una decoración de tasca tradicional, ¡las cañas salen a 1€ y van acompañadas de pequeñas tostas variadas como queso y verduras o jamón!

 

Muy cerquita de La Catedral de La Almudena y del Palacio Real “El Anciano Rey de los vinos”, se ha mantenido casi igual durante el último siglo y sirve unos pinchos espectaculares.

 

“Mareas vivas” está ubicado en la céntrica plaza de Callao, por 1,30€ sirven cañas bien tiradas acompañadas de suculentas y abundantes tapas que cocina Carmen, todo hecho con mucho mimo para todos sus clientes. Entre sus tapas tienen patatas ali-oli, los famosos bollos preñaos, albóndigas o lacón. Con unas cuantas cañas, Carmen te habrá dado de cenar.

 

En “Los Amigos” aún no te habrán puesto la bebida cuando ya tendrás tu correspondiente tapa. Entre las raciones podrás saborear bravas, croquetas, empanadillas, chorizos. En su barra cuelga papel higiénico… un toque diferente… ¡Hambre no vas a pasar!

 

Y si tienes más ganas de tortilla de patatas vete a  “La Ardosa”, quedarás maravillado, es un clásico a la hora del aperitivo y a última hora de la tarde, con más de 120 años de historia. Fue fundada en 1892 en Malasaña y ha conservado el encanto de los bares de antaño, tanto es así que para acceder a los aseos y a su sala trasera, el único camino posible es por debajo de la barra del bar.

 

Muy cerquita en el barrio de Chamberí, para los amantes de los boquerones en vinagre no os podéis perder los que preparan en “Fide, un bar que llama la atención de lo lleno que está siempre, donde tiran las cañas con maestría y aliñan los boquerones que da gusto.

 

 “La Llama” es el bar/restaurante universitario por excelencia. Las noches de los fines de semana es un no parar de numerosos grupos de veinteañeros reunidos alrededor de abundantes platos de raciones. Es muy ruidoso, pero perfecto para llenar tu panza a un precio muy bajo antes de una buena noche de fiesta.

 

“El Cabañón” mítico bar de la zona universitaria, podrás comer casi gratis. Aunque ellos no dan tapa con la caña, los precios de sus raciones, tostas y pizzas son tan baratos que parecerá que comes gratis. Además, tienes la caña a 1€, dobles a 1,50€ y cubatas a 2,50€.

El “Bar Sierra es un bar mítico de la vida madrileña conocido muy bien por todos los universitarios. Las cañas siempre vienen acompañadas de tapas caseras, las ponen de dos en dos y las cantidades dependen del número de personas que formen tu grupo, pero siempre son abundantes.

 

“La Blanca Paloma” se encuentra en el barrio de Malasaña. Es un bar con un ambiente juvenil, no hay cañas, sólo jarras de medio litro, entre las tapas hay rabas, huevos fritos, canapés de jamón, lacón o pollo con patatas. Muy recomendable a final de mes cuando la economía flojea.

 

Cervecería Quevedo” en el centro, es una de las paradas obligadas en la ruta. Si tu bolsillo está más vacío de lo normal, las tapas vienen por cada consumición aunque no son las más atractivas de la ciudad, son muy amables.

 

Cerca de la Plaza de Manuel Becerra, “Entre Cáceres y Badajoz” está constantemente lleno y cuando consigues sentarte entiendes el porqué, tapas exageradamente grandes y con las que saldrás comido. Un consejo no quedes para  comer después, a no ser que pagues tu… ¡te saldrá gratis la invitación!

 

Si te gustan las patatas bravas, hay que probar las del “Bar Docamar”, son las que tienen más historia de la capital y cuya receta está guardada bajo llave desde 1963, como dato curioso  rellenan las botellas de whisky DYC con dicha salsa para rociar con facilidad sus famosas patatas.

 

Un poco más alejado en el Barrio del Pilar, “Casa Pepe”, conocido como “Pepe el guarro”, y no por su falta de higiene en la cocina sino porque sus clientes al comer alitas tiran los huesos en el suelo, es una parada necesaria en este tour. Su tapa estrella son las rondas de alitas de pollo que sirven por consumición.

 

Nosotros te trasmitimos los consejos de los estudiantes de EUDE Business School ¡Tuya es la decisión de conocer estas recomendaciones y de crear tu propia ruta de tapas!

 

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